Somos especialistas en reparación.
Estamos equipados con la última tecnología y la experiencia de décadas con los sistemas de sobrealimentación de todo tipo de motores. Nuestros técnicos realizan diagnósticos precisos y ajustados que indican el proceso a seguir para su reparación, la cual se ejecuta a continuación y sin demora. Una vez reparado es sometido a todas las pruebas necesarias en nuestros bancos:
- Medición de flujo mínimo/máximo.
- Pulmón vacío.
- Pulmón presión.
- Verificación del sensor del pulmón.
- Verificación del actuador electrónico.
Una vez todos los parámetros están correctos y ajustados garantizamos un resultado óptimo de funcionamiento y el turbo es devuelto al propietario con un juego de juntas nuevo para afrontar un nuevo periodo de servicio en su vehículo.
Naturalmente si no deseas reparar o la reparación no es posible podemos proporcionarte cualquier modelo nuevo que necesites al mejor precio del mercado.
Consulta nuestro catálogo de turbocompresores para encontrar la referencia adecuada.
ATENCIÓN. En un reemplazo o reparación de turbocompresor es necesario cambiar su tubo de engrase por uno nuevo. Esto es fundamental para el sistema pues la fatiga de temperatura y presión a la que se ve sometido el tubo a lo largo del tiempo hace que el aceite sintético de engrase que contiene cree una película plastificada en el interior del tubo imposible de limpiar totalmente y que llenará de impurezas todo el circuito. Todos los fabricantes de turbos son unánimes en este consejo pudiendo invalidar la garantía si no ha habido sustitución del tubo. Puedes descargarte nuestras instrucciones de montaje aquí.